A lo largo de 2004, una serie de eventos encendió el deseo de iniciar una aventura empresarial que naciera, se desarrollara y creciera con el tiempo. Conversaciones con propietarios de servicios técnicos, talleres de mantenimiento automotriz y comercios de repuestos estimularon la idea de incursionar en un mercado pequeño pero en expansión. Con su colaboración, y con el interés mostrado por la marca Land Rover, ubicamos un local físico en San Juan de Tibás, San José, donde iniciamos operaciones y permanecemos hasta hoy. Con un primer pedido a Bearmach PLC —transportado vía aérea y prepagado— ¡la aventura despegó!
A lo largo de este año se dieron eventos que consolidaron el propósito de emprender. Conversaciones con propietarios de servicios técnicos y comercios de repuestos nos impulsaron a entrar en este campo, entonces pequeño pero en expansión. Con la colaboración de varios de ellos, y el interés por Land Rover, ubicamos un local en el distrito de San Juan, cantón de Tibás (San José). Ahí iniciamos operaciones y ahí seguimos. Con un primer pedido a Bearmach PLC —vía aérea y pagado por adelantado— ¡la aventura despegó!
Primer gran cambio de rumbo. A sugerencia de nuestros primeros clientes, contactamos a Bolder Holdings UK Ltd., dueños de la marca BRITPART. Estaban abriendo mercados internacionales, lo que facilitó concretar pronto una alianza de representación para Centroamérica, especialmente Costa Rica.
Nuestra participación en el mercado Land Rover creció firme y sostenidamente. Aumentaron el volumen de importación, las unidades en inventario y la variedad de artículos. La meta siempre fue invertir en inventario para vencer la lejanía del suministro y los tiempos de llegada.
Adquirimos el catálogo electrónico de partes, que nos permitió conocer con precisión las características de cada vehículo. Con ello logramos un conocimiento técnico completo al servicio del cliente.
Como en todo crecimiento, surgen imprevistos. Debido a una reestructuración en Land Rover, se suspendió temporalmente la licencia de exportación de piezas originales. Nos vimos obligados a importar mediante Allmakes. Pronto, la situación volvió a la normalidad.
Gracias a una capitalización sostenida, iniciamos la importación marítima —más económica—, que mejoró la logística general y favoreció un crecimiento exponencial en la disponibilidad de piezas.
Decisión radical: pasar de 90% de ventas a crédito a 100% de contado. Contra toda probabilidad, funcionó. El auge de las tarjetas y una tendencia de mercado en esa dirección ayudaron al éxito del cambio, mejoraron el flujo de caja y eliminaron la problemática de las cuentas por cobrar.
Otra decisión arriesgada: eliminamos la fuerza de ventas tradicional. Adoptamos comunicación directa por teléfono, correo y las incipientes Facebook, Instagram y WhatsApp. El contacto con el mercado se volvió más cercano y directo, antes mediado por la perspectiva del vendedor. Ahora conocemos mejor a nuestros clientes, perfilamos su necesidad y proyectamos nuestra imagen sin intermediarios.
Eliminamos la estructura de precios de mayoreo para tiendas y talleres, que imponía condiciones onerosas y levantaba una ‘cortina de humo’ entre nosotros y los usuarios finales. Meta: contacto directo con el propietario y su vehículo. Nace una base de datos más precisa, pues son los dueños quienes deciden la compra.
Se investigaron tiendas virtuales de piezas Land Rover, se seleccionaron las mejores y hoy ofrecemos importación vía Courier cuando la necesidad y urgencia lo exigen.
El inicio de la pandemia trajo restricciones que impulsaron la reconstrucción de modelos Land Rover Series. Detectamos el interés, ampliamos disponibilidad para estos proyectos y las ventas respondieron positivamente.
Dimos los primeros pasos en digitalización: sistemas, comunicación remota, tiempos de respuesta, incorporación de imágenes a los textos, enlaces de acceso rápido y uso de redes sociales. Para el futuro esperamos integrar manejo de bases de datos e inteligencia artificial —avances útiles tanto para nuestros clientes como para la operación.
Queremos servirles, satisfacer sus necesidades, escuchar sus comentarios y seguir cambiando y creciendo conforme lo exijan la tecnología, el tiempo y sus preferencias.